Salamanca

El lugar donde se propone realizar el mural es un espacio de trabajo, nuevo, de grandes dimensiones y con gran luz natural. 

Teniendo en cuenta que son muchas personas las que van a “convivir” con la propuesta, he optado por colores cálidos, no estridentes, tratando que sea una imagen que a pesar de sus dimensiones pueda “pasar desapercibida”  y de este modo que no interfiera en los ritmos de trabajo ni la concentración de quienes allí están.

La temática es la naturaleza, lo vegetal y más concretamente flores de almendro, blancas, sobre colores crema. Son dibujos de líneas sobredimensionados, de flores y ramas de almendro. Esta idea de “agrandar” lo pequeño, lo que pasa desapercibido, es frecuente en mis propuestas artísticas, es un modo para tratar de “poner en valor” aquello que parece  no tener importancia. Es la misma mirada del cuidado de los niños, educación y necesidades básicas, que fueron unos de los pilares de trabajo, y seguramente de vida, de la mujer a la que está dedicado este edificio, Victoria Adrados. Sirva este mural como mi personal homenaje a ella recuperando así su memoria y trabajo silencioso.